miércoles, 15 de agosto de 2012

El rey del mundo.

A veces me paro a pensar en quién eres y quién crees ser o quién aparentas ser. De vista a la galería eres una chica dura, como de piedra, sin sentimientos. Parece que todo te da igual. Blanco o negro, qué más da. Es lo que aparentas, lo que quizá quieres aparentar. No obstante luego te quejas cuando alguien opina sobre esa forma tuya de actuar. Quizá no deberías porque tendrías que ser consciente de las consecuencias. Ahora bien, cuando estamos tú y yo, a solas, la cosa cambia. Resultas incluso tierna. Parece que eres blanda, sensible, cariñosa, y algo atenta. Podríamos dividirte en tres: lo que eres, lo que crees ser y lo que aparentas. Pero, la duda aparece en mí cuando me dispongo a averiguar quién eres. Quizá no eres lo que eres cuando eres conmigo, y eres sólo una apariencia más. Ni especial ni nada, simplemente una más. Tienes tres caras y enseñas la mitad. El por qué lo desconozco y tampoco me apetece averiguarlo. Eres tú. No soy yo. Sólo tú te entiendes. (Se supone).

No hay comentarios:

Publicar un comentario