martes, 14 de agosto de 2012

El jardín prohibido.

Lejos, muy lejos, donde tu vista no es capaz de alcanzar objeto alguno. Allí donde desconoces los caminos, allí donde temes tropezar. Por allí encuentras un laberinto, quizá algo más enredadero que otros. De pronto, la pregunta surge, ¿ir o volver? Bien, allá vamos dices. A sabiendas de que una vez dentro es tan difícil volver atrás que sólo puedes seguir avanzando, pero no importa si no pierdes de vista tu meta. A veces cuesta, unas más y otras un poco menos. Siempre vives a la espera de lo que puede traerte el mañana, nunca sabes lo que puedes encontrarte tras una puerta. Si decides no abrirla nunca sabrás lo que hay tras de ella. Lo peor es vivir con las ganas de averiguarlo, porque siempre tendrás ese algo que quiere conocerlo. No pienses, déjate llevar y avanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario